La Paradoja de Moravec, las Cosas Sencillas son Difíciles para la IA

Sobresalen en el ajedrez, pero son incapaces de vencer a un niño en la elección del juguete con el que se les pide que jueguen.

La paradoja de Moravec es el mayor reto para los ingenieros que diseñan redes neuronales de inteligencia artificial. Ya en la década de 1980, el informático Hans Moravec explicó por qué las cosas más sencillas son las más difíciles de aprender para los IAs. Una visión general de este complejo problema y por qué las máquinas siempre dependerán de los seres humanos.

La paradoja de moravec

Hans Moravec es profesor e investigador en el Centro de Robótica de la Universidad Carnegie-Mellon de Austria. Futurista, es particularmente conocido por la paradoja a la que dio su nombre: la paradoja de Moravec. Pero también por su trabajo en robótica, inteligencia artificial y el impacto de las nuevas tecnologías.

Hoy en día, los IAs nunca dejan de sorprendernos. Son capaces de categorizar galaxias distantes por sí mismas. Inventar rostros humanos extremadamente realistas, o crear obras de arte. Sin embargo, las cosas más simples les parecen inaccesibles. Por ejemplo, caminar con los dos pies es un reto para las máquinas!.

En resumen, la inteligencia artificial es capaz de vencer a los campeones en videojuegos o ajedrez. Sin embargo, no pueden golpear a un niño en la elección del juguete con el que se les pide que jueguen. Esta es la paradoja de Moravec.

La importancia de la evolución humana

Según el informático austriaco, es más fácil para nosotros enseñar la solución de problemas difíciles en las máquinas. Por el contrario, las soluciones a los problemas más fáciles son complicadas de transmitir. El profesor-investigador expuso esta paradoja en su libro de 1988 “Mind Children”.

“Mil millones de años de experiencia sobre la naturaleza del mundo y cómo sobrevivir en él han sido codificados en las grandes partes sensoriales y motoras altamente evolucionadas del cerebro humano”. Así, según Hans Moravec, los problemas que encontramos fáciles de resolver son el resultado de milenios de evolución humana.

Las habilidades adquiridas a través de la evolución no requieren una reflexión consciente. Mientras que las cosas que nos resultan difíciles son difíciles simplemente porque son nuevas. En resumen, es más complicado enseñarnos algo inconsciente a una máquina.

Comprender mejor cómo piensan los humanos

La respuesta a la paradoja de Moravec está en lo que falta en las máquinas: la evolución. Así, según el profesor-investigador, debemos imitar “el espíritu de los animales, intentando añadir capacidades a las máquinas, una tras otra”. Esto permitiría diseñar redes neuronales cada vez más complejas.

Finalmente, antes de que podamos enseñar a las máquinas pensantes como los humanos, necesitamos entender mejor cómo piensan los humanos! Por lo tanto, es muy posible que los IAs nunca sean verdaderamente independientes. Tal vez siempre necesitarán que los usuarios humanos los guíen.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here