No hay edad para ser generoso, especialmente cuando se trata de ayudar a un niño discapacitado. Erik Finman, un millonario de 19 años, lo demostró ayudando a un niño de 10 años con hiperlaxia. Le ofreció al niño hacer realidad uno de sus sueños sin preocuparse por la enfermedad.
El millonario y el joven
En el origen de esta increíble historia, hay dos personas que se oponen entre sí. Por un lado, está Erik Finman. A los 12 años, tras una herencia de 1.000 dólares dejada por su abuela, decidió invertir en Bitcoin por consejo de su hermano. Hoy, a la edad de 19 años, dirige una fortuna estimada en más de 3 millones de dólares y ha fundado una nueva empresa que vincula a profesores y estudiantes.
En el otro lado, está Aristou, un niño de 10 años. Apasionado por el cómic y el cosplay, Aristou tiene una particularidad atípica: sufre de hiperlaxia, una enfermedad que hace que sus articulaciones sean demasiado elásticas. Se suponía que estos dos héroes no debían encontrarse, pero la casualidad unió a estos dos soñadores, dando lugar a una hermosa lección de vida.
Un sueño hecho realidad
Debido a su enfermedad, Aristou tiene problemas de movilidad, pero esto no le impide disfrutar disfrazándose. Tras una visita al legendario Comic-Con, el niño sólo tiene un deseo: poder ponerse en la piel del Doctor Octopus, su personaje favorito. Le gustaría que su disfraz, como el del personaje, tuviera tentáculos móviles adaptados a su enfermedad.
Ahí es donde entra Erik. Después de escuchar la historia de Aristou, contrató a ingenieros para desarrollar el traje en cuestión. Se necesitaban semanas de trabajo, así como el uso de una impresora 3D.
El resultado final es un traje que se adapta perfectamente al niño. Al igual que los tentáculos del Doctor Octopus, los de este disfraz que hará las delicias de los aficionados al cosplay pueden agarrar objetos gracias a los 8 motores que contienen. Además, Aristou puede operarlas sin dificultad simplemente con sus dedos índice y medio.
Crear el disfraz del Doctor Octopus también!
Además de haber cumplido el sueño de Aristou, Erik ofrece a todos aquellos que deseen recrear los tentáculos del Doctor Octopus, los planos de la prótesis que pronto estarán disponibles en código abierto. También le gustaría poder comercializarlo en el futuro, siempre que lo mejore.